miércoles, 21 de diciembre de 2011

Escucho, pero nadie me dice nada

Hablo, pero nadie me responde.
Grito, pero nadie me escucha.
Escribo, pero nadie me lee.
Pido ayuda, pero nadie viene a socorrerme.
Camino, pero no avanzo.
Respiro, pero mi corazón no late.
Necesito un abrazo, algo de cariño...a nadie le importa, se cansaron de mí, tarde o temprano, todos lo acaban haciendo. 
Sonrío, pero no soy feliz .

Aprendí que los peces nadan y las aves vuelan.

Que los políticos mienten, que la Tierra es redonda. Que la gente es falsa, que todo el mundo tiene dos caras. Aprendí que la suma de dos y dos son cuatro, que hay que dar más de lo que se recibe. Que no hay que ilusionarse demasiado. Que la vida es un regalo. Me enseñaron que el futuro no está escrito, que el universo es infinito y que nosotros somos personitas diminutas, casi inexistentes. Aprendí que el tiempo pasa, que las arrugas salen, que los pechos se caen y que la belleza no es lo más importante. Aprendí a no creer en las promesas ,a confiar en casi nadie y a contar con los dedos de una mano a quien de verdad siempre estuvo a mi lado.